▷ 103 Versículos de Fortaleza en la Biblia. Citas bíblicas para mantener la fortaleza

En este ensayo veremos los versículos de fortaleza más esenciales. Escritos bíblicos que representan citas y frases bíblicas para darnos la fuerza que necesitamos en los momentos más difíciles.

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Te mostramos la lista con versículos de fortaleza, para que comprendas el mensaje Dios y que en los momentos que sientes que ya no puedes más, recuerdes que no estás solo. Inspírate con estos mensajes de fortaleza en la biblia.

A los seres humanos se nos exige que seamos fuertes y valientes, incluso ante la adversidad. Cuando la vida nos lanza desafíos que no podemos manejar, es el momento perfecto para recurrir a los versículos bíblicos de fortaleza. Si necesitamos un estímulo para seguir adelante o un recordatorio de que el poder de Dios nos dará la fuerza que nos hace falta, debemos acudir a su palabra, la biblia.

Versículos de Fortaleza

Versículos de Fortaleza. Edición de Versiculos.net. Original por @chrisfloresfoto a través de Twenty20.

La palabra de Dios nos dice que lo más importante que necesitamos es el poder de la fe. Es nuestra fe lo que nos permitirá perseverar incluso en las pruebas y tribulaciones más difíciles. Estos versículos y pasajes bíblicos sobre la fortaleza nos servirán de recordatorio de que Dios tiene un propósito para nosotros y de que nos guía incluso en nuestros momentos más oscuros.

Versículos de Fortaleza

Filipenses 4: 12-13

Yo sé vivir tanto en las privaciones como en la abundancia; estoy hecho absolutamente a todo, a la saciedad como al hambre, a tener sobra como a no tener nada. Yo lo puedo todo en aquel que me conforta.

Isaías 41:10

No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.

Deuteronomio 31:6-8

¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni tiemblen ante ellas. Porque el Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado». Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: «Sé fuerte y valiente. Tú irás con este pueblo hasta la tierra que el Señor les dará porque así lo juró a sus padres, y tú los pondrás en posesión de ella. El Señor irá delante de ti, él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes».


Isaías 40:29-31

¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni te acobardes, porque el El fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.

Éxodo 15:2

El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.

Efesios 6:10

Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder.


1 Corintios 10:13

Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla.

1 Crónicas 16:11

¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro!

2 Timoteo 1:7

Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.


Josué 1:9-11

¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni te acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas». Entonces Josué dio a los escribas del pueblo la siguiente orden: «Recorran el campamento y manden al pueblo que haga provisión de víveres, porque dentro de tres días pasarán el Jordán para ir a ocupar la tierra que el Señor, su Dios, les da en posesión».

Salmo 34:17

Pero el Señor rechaza a los que hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra.

1 Timoteo 1:12

Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio.


Salmo 73:26

Aunque mi corazón y mi carne se consuman, Dios es mi herencia para siempre y la Roca de mi corazón.

Salmo 62:2

Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la salvación.

1 Corintios 1:18

El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan –para nosotros– es fuerza de Dios.


2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león.

Zacarías 4:6

Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Proverbios 18:10

El nombre del Señor es una torre fortificada: el justo corre hacia ella y se pone a salvo.


Efesios 3:16

Que él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, con forme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior.

Romanos 5:5-6

Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores.

Salmo 46:2-3

Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros. Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar;


Mateo 6:33

Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.

1 Pedro 4:11

El que ha recibido el don de la Palabra, que la enseñe como Palabra de Dios. El que ejerce un ministerio, que lo haga como quien recibe de Dios ese poder, para que Dios sea glorificado en todas las cosas, por Jesucristo. ¡A él sea la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! Amén.

Deuteronomio 6:5

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.


1 Samuel 30:6

David se vio en un grave aprieto, porque la tropa amenazaba con apedrearlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos y sus hijas. Pero David retomó coraje gracias al Señor, su Dios.

Salmo 32:7-8

Tú eres mi refugio, tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación. Yo te instruiré, te enseñaré el camino que debes seguir; con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.

Salmo 16: 8

Tengo siempre presente al Señor: él está a mi lado, nunca vacilaré.


Daniel 10:19

Luego me dijo: «No temas, hombre predilecto. ¡La paz esté contigo! ¡Sé fuerte y valeroso!». Mientras él me hablaba, recobré las fuerzas y le dije: Que hable mi Señor, ya que me has fortalecido».

Salmo 28:7-8

El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confía en él. Mi corazón se alegra porque recibí su ayuda: por eso le daré gracias con mi canto. El Señor es la fuerza de su pueblo, el baluarte de salvación para su Ungido.

Salmo 34:4

Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos.


Versículos de fortaleza en momentos difíciles

Mateo 19:26

Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: «Para los hombres esto es imposible, pero para dios todo es posible».

Isaías 26: 3-4

Su carácter es firme, y tú la conservas en paz. porque ella confía en ti. Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.

Salmo 29:11

El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz.


Marcos 12:30

Y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas.

Efesios 3:20-21

¡A aquel que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros, a él sea la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones y para siempre! Amén.

Éxodo 15:13

Guías con tu fidelidad al pueblo que has rescatado y lo conduces con tu poder hacia tu santa morada.


Salmo 27:14

Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor.

Romanos 8:28

Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.

Salmo 68:35

¡Reconozcan el poder de Dios! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes.


Salmo 23:1-6

Salmo de David. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.

1 Corintios 16:13

Estén atentos, permanezcan firmes en la fe, compórtense varonilmente, sean fuertes.

Gálatas 6:9

No nos cansemos de hacer el bien, porque la cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos.


Salmo 18:31-34

El camino de Dios es perfecto, la promesa del Señor es digna de confianza. El Señor es un escudo para los que se refugian en él, porque ¿Quién es Dios fuera del Señor? ¿y quién es la Roca fuera de nuestro Dios? Él es el Dios que me ciñe de valor y hace intachable mi camino; el que me da la rapidez de un ciervo y me afianza en las alturas.

Mateo 21:21

Jesús les respondió: «Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no sólo harán lo que yo acabo de hacer con la higuera, sino que podrán decir a esta montaña: «Retírate de ahí y arrójate al mar», y así lo hará.

Salmo 118: 14

El Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación.


2 Samuel 22:33

El es el Dios que me ciñe de valor y hace intachable mi camino.

1 Crónicas 29:11-12

Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. De ti proceden la riqueza y la gloria; tú lo gobiernas todo, en tu mano están el poder y la fuerza, es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas.

Salmo 22:19

Pero tú, Señor, no te quedes lejos; tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme


Sofonías 3:17

¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría.

2 Tesalonicenses 3:2-3

Rueguen también para que nos vemos libres de los hombres malvados y perversos, ya que no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel: él los fortalecerá y los preservará del Maligno.

Salmo 145: 18-19

El Señor está cerca de aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad; cumple los deseos de sus fieles, escucha su clamor y los salva.


Salmo 119:28

Mi alma llora de tristeza: consuélame con tu palabra.

Filipenses 1:28

Y sin dejarse intimidar para nada por los adversarios. Este es un signo cierto de que ellos van a la ruina, y ustedes a la salvación. Esto procede de Dios.

Hebreos 4:12

Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.


Salmo 27: 1-3

De David. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? Cuando se alzaron contra mí los malvados para devorar mi carne, fueron ellos, mis adversarios y enemigos, los que tropezaron y cayeron. Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no temerá; aunque estalle una guerra contra mí, no perderé la confianza.

2 Corintios 4:16-18

Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo, nuestro hombre interior se va renovando día a día. Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida. Porque no tenemos puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno.

Isaías 43:1-3

Y ahora, así habla el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú me perteneces. Si cruzas por las aguas, yo estaré contigo, y los ríos no te anegarán; si caminas por el fuego, no te quemarás, y las llamas no te abrasarán. Porque yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. Yo entregué a Egipto parta tu rescate, a Cus y a Sebá a cambio de ti.


Nehemías 8:10

Después añadió: «Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen vino y manden una porción al que no tiene nada preparado, porque este es un día consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de ustedes».

Salmo 112: 7-8

No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus enemigos.

Salmo 91:1-2

Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío».


Eclesiastés 4:9-13

Valen más dos juntos que uno solo, porque es mayor la recompensa del esfuerzo. Si caen, uno levanta a su compañero; pero ¡pobre del que está solo y se cae, sin tener a nadie que lo levante! Además, si se acuestan juntos, sienten calor, pero uno solo ¿Cómo se calentará? Y a uno solo se lo domina, pero los dos podrán resistir, porque la cuerda trenzada no se rompe fácilmente. Más vale un joven pobre y sabio que un rey viejo y necio, que ya no es capaz de hacerse aconsejar.

Éxodo 33:14

El Señor respondió: «Yo mismo iré contigo y te daré el descanso».

Salmo 39:7

Pasa lo mismo que una sombra; s e inquieta por cosas fugaces y atesora sin saber para quién.


Mateo 5:13

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.

Nahum 1:7

El Señor es bueno con los que esperan en él, es un refugio en el día de la angustia; reconoce a los que confían en él.

Salmo 118:6

El Señor está conmigo: no temeré: ¿Qué podrán hacerlo los hombres?


Deuteronomio 20:4

Porque el Señor, su Dios, los acompaña, y él combatirá en favor de ustedes para darles la victoria sobre sus enemigos».

Versículos de Fortaleza y ánimo

Salmo 59:9

Pero tú, Señor, ríes de ellos y te burlas de todos los paganos.

2 Tesalonicenses 3:16

Que el Señor de la paz les conceda la paz, siempre y en toda forma. El Señor esté con todos ustedes.


Isaías 33:2

Señor, ten piedad de nosotros, nosotros esperamos en ti. Sé nuestro brazo cada mañana y nuestra salvación en el tiempo de la angustia.

Isaías 12:2

Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación.

Salmo 41:3

Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa contra la gente sin piedad; líbrame del hombre falso y perverso.


Salmo 34:10

Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen.

Mateo 11:28

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.

2 Samuel 22:40

Tú me ceñiste de valor para la lucha, doblegaste ante mí a mis agresores;


2 Corintios 1:7

Por eso, tenemos una esperanza bien fundada con respecto a ustedes, sabiendo que si comparten nuestras tribulaciones, también compartirán nuestro consuelo.

Deuteronomio 33:27

El Dios de los tiempos antiguos es un refugio, y sus brazos obran desde siempre aquí abajo. El expulsó a tus enemigos delante de ti y ordenó ¡Extermina!

Marcos 10:52

Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.


Mateo 17:20

«Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: «Trasládate de aquí a allá», y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes».

1 Pedro 5:10

El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles.

Juan 14:27

Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!


2 Corintios 12:9-10

Pero él me respondió: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Jeremías 32:17

«¡Ah, Señor! Tú has hecho el cielo y la tierra con tu gran fuera y tu brazo poderoso: para ti no hay nada imposible.

1 Pedro 5:10

El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles.


Romanos 15:13

Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo.

Salmo 31:24

Amen al Señor, todos sus fieles, porque él protege a los que son leales y castiga con severidad a los soberbios.

Santiago 5:16

Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa.


Salmo 138: 3

Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma.

Romanos 1:20

Ya que sus atributos invisibles –su poder eterno y su divinidad– se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa.

Salmo 59:16

Vagan en busca de comida; mientras no se sacian, siguen ladrando.


Filipenses 4:6

No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.

Salmo 44:3

Con tu propia mano, cuando ellos vivían. Tú expulsaste a las naciones para plantarlos a ellos; y para hacerlos crecer, destruiste a los pueblos.

Jeremías 29:11

Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.


1 Pedro 5:7

Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.

Habacuc 3:19

El Señor, mi Señor, es mi fortaleza: él da a mis pies la agilidad de las gacelas y me hace caminar por las alturas.

Juan 16:33

Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo».


Hebreos 4:16

Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.

Isaías 30:15

Porque así habla el Señor, el Santo de Israel: En la conversión y en la calma está la salvación de ustedes; en la serenidad y la confianza está su fuerza. ¡Pero ustedes no lo han querido!

Salmo 18:3

Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte.


Salmo 9:9-10

Él gobierna al mundo con justicia y juzga con rectitud a las naciones. [Vau] El Señor es un baluarte para el oprimido, un baluarte en los momentos de peligro.

Lucas 12:25-26

¿Y quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un instante al tiempo de su vida? Si aun las cosas más pequeñas superan sus fuerzas, ¿por qué se inquietan por las otras?

2 Crónicas 16:9

Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para sostener a aquellos cuyo corazón está con él íntegramente. En esto te has comportado como un necio. Por eso, de ahora en adelante vivirás en guerra».


1 Crónicas 29:11

Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo.

¿Qué te han parecido estos Versículos de Fortaleza que aparecen en la biblia? En los momentos de enorme desesperanzas y angustia es cuando debemos motivarnos y tomarnos de la mano del Señor. ¿Tienes algún otro versículo bíblico sobre fortaleza para aportar a la comunidad? Deja tu mensaje en los comentarios.

  ▷ 130 Versículos de Promesas. Citas bíblicas de promesas de Dios.

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