Te mostramos la lista con Versículos de Adoración en la Biblia. La alabanza es una de las formas más rápidas de acercarnos a nuestro Padre Celestial. La adoración a Dios nos dará un acercamiento a lo que él pide de nosotros, y a una vida más cristiana. Inspírate en estos mensajes de adoración a Dios.
La fe cristiana es la transformación de los rebeldes en adoradores de Dios, es por ello necesario que el cristiano reconozca y practique la adoración a través de los versículos que la biblia nos facilita. Lo más importante al momento de empezar nuestro momento de adoración es recordar todo lo que Dios Padre nos ha dado y lo que ha hecho para que estemos aquí, limpios del pecado porque él ya pagó por nuestros pecados. Debemos ser buenos hermanos y ser conscientes de que su amor es incomparable. Debemos llenarnos del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Versículos de Adoración. Edición de Versiculos.net. Original por rozum. Envato.
Un cristiano adora a través de los cantos, la oración, ofrenda y devoción, es la mejor forma de demostrarle gratitud, acercamiento y admiración a Dios. De esta manera tendremos su presencia en nuestras vidas y viviremos en armonía y en paz, gracias a su amor y su don. Ayúdate a adorar su palabra con los siguientes versículos de adoración.
Versículos de Adoración
Juan 4:24
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
Romanos 12:1
Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben ofrecer.
Salmo 42:11
¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios.
Juan 4:21-23
Jesús le respondió: «Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre.
Colosenses 3:14-17
Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.
Isaías 12:5
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra!
Lucas 4:8
Pero Jesús le respondió: «Está escrito: “Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”».
Salmo 29:2
¡Aclamen la gloria del hombre del Señor, adórenlo al manifestarse su santidad!
Salmo 95:1-6
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor! Porque el Señor es un Dios grande, el soberano de todos los dioses: en su mano están los abismos de la tierra, y son suyas las cumbres de las montañas; suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que formaron sus manos. ¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Hebreos 13:15
Y por medio de él, ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su Nombre.
Salmo 84:1-3
¡Qué amable es tu Morada, Señor del Universo! Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente. Hasta el gorrión encontró una casa, y la golondrina tiene un nido donde poner sus pichones, junto a tus altares, Señor del universo, mi Rey y mi Dios.
Habacuc 3:17-18
Porque la higuera no florece, ni se recoge nada en las viñas; fracasa la cosecha del olivo y los campos no dan alimento; las ovejas desaparecerán del corral y no hay bueyes en los establos. Pero yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en Dios, mi Salvador.
Isaías 29:13-16
El Señor ha dicho: Este pueblo se acerca a mi con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi, y el temor que me tiene no es más que un precepto humano, aprendido por rutina. Por eso, yo seguiré haciendo prodigios, prodigios estupendos, en medio de este pueblo: desaparecerá la sabiduría de sus sabios y se eclipsará la inteligencia de sus inteligentes. Contra los que obran a espaldas del Señor. Ay de los que traman secretamente para ocultar sus proyectos al Señor, de los que actúan en la oscuridad y dicen: «¿Quién nos ve y quién nos conoce?». ¡Qué desatino el de ustedes! ¿Acaso se puede pensar que el alfarero es igual al barro para que la obra diga al que la hizo: «No me ha hecho él». y la vasija diga de su alfarero: «No entiende nada»? ¿No falta poco, muy poco tiempo, para que Líbano se vuelva un vergel y el vergel parezca un bosque?
Salmo 5:7
Pero yo, por tu inmensa bondad, llego hasta tu Casa, y me postro ante tu santo Templo con profundo temor.
Romanos 14:11
Porque está escrito: “Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda lengua dará gloria a Dios”, dice el Señor.
Salmo 30:11
Tú convertiste mi lamento en júbilo, me quitaste el luto y me vestiste de fiesta.
1 Crónicas 29:11
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo.
Salmo 79:9
¿Por qué han de decir los paganos: «¿Dónde está su Dios?». Que se ponga de manifiesto entre las naciones, ante nuestros propios ojos, cómo has vengado la sangre de tus servidores, que ha sido derramada.
Génesis 22:5
Y dijo a sus servidores: «Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes».
Hechos 13:2
Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado».
Salmo 63:3-4
Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu Nombre.
2 Corintios 1:3-4
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios.
Salmo 63:1
Oh Dios, tú eres mi Dios, yo te busco ardientemente; mi alma tiene sed de ti, por ti suspira mi carne como tierra sedienta, reseca y sin agua.
2 Timoteo 4:18
El Señor me librará de todo mal y me preservará hasta que entre en su Reino celestial. ¡A él sea la gloria por los siglos de los siglos! Amén.
1 Crónicas 16:34
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
Salmo 107:32
Aclámenlo en la asamblea del pueblo, alábenlo en el consejo de los ancianos.
1 Samuel 15:22
Samuel respondió: «¿Quiere el Señor holocaustos y sacrificios o quiere que se obedezca su voz? La obediencia vale más que el sacrificio; la docilidad, más que la grasa de carneros.
Apocalipsis 15:4
También vi como un mar de cristal, mezclado de fuego. Los que habían vencido a la Bestia, a su imagen y la cifra de su nombre, estaban de pie sobre el mar, teniendo en sus manos grandes arpas.
Salmo 33:3
Porque la palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad;
Éxodo 15:2
El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.
Apocalipsis 14:7
El proclamaba con voz potente: «Teman a Dios y glorifíquenlo, porque ha llegado la hora de su Juicio: adoren a aquel que hizo el cielo la tierra, el mar y los manantiales».
Salmo 35:18
Y te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré en medio de una multitud.
1 Crónicas 16:29
Aclamen la gloria del nombre del Señor, preséntense ante él, trayendo una ofrenda.
Apocalipsis 19:10
Entonces yo caí a sus pies para adorarlo, pero él me advirtió: «¡Cuidado! No lo hagas, porque yo soy tu compañero de servicio y el de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús. El testimonio de Jesús es el espíritu profético. ¡Es a Dios a quien debes adorar!».
Jeremías 20:13
¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del poder de los malhechores!
Salmo 143:6
Respóndeme en seguida, Señor, porque estoy sin aliento. No me ocultes tu rostro, para que yo no sea como los que bajan a la fosa.
Daniel 3:16-18
Sadrac, Mesac y Abed Negó respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: «No tenemos necesidad de darte una respuesta acerca de este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que tú has erigido».
Salmo 111:10
El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría: son prudentes los que lo practican. Su alabanza por siempre permanece.
Apocalipsis 22:9
Pero él me dijo: «¡Cuidado! No lo hagas, porque yo soy tu compañero de servicio, el de tus hermanos los profetas, y el de todos aquellos que conservan fielmente las palabras de este Libro. ¡Es a Dios a quien debes adorar!».
Salmo 68:4-5
¡Canten a Dios, entonen un himno a su Nombre! ¡Ábranle paso al que cabalga sobre las nubes! Su Nombre es «el Señor»: ¡griten de alegría en su presencia! Dios en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas.
Versículos de Adoración y Alabanza
Juan 3:16-17
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
Daniel 2:23
A ti, Dios de mis padres, yo te alabo y glorifico, porque me has dado la sabiduría y la fuerza; y ahora me has manifestado lo que te habíamos pedido, porque nos has hecho conocer lo concerniente al rey».
Hebreos 1:6
Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios nos dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren”.
Romanos 15:7
Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios.
Nehemías 9:5-6
Luego los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasbanías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petajías dijeron: «¡Levántense, bendigan al Señor, su Dios, desde siempre y para siempre! Sea bendecido tu Nombre glorioso, que supera toda bendición y alabanza». Y Esdras dijo: «¡Tú eres el Señor, sólo tú! Tú hiciste los cielos, lo más alto del cielo y todo su ejército, la tierra y todo lo hay en ella, los mares y todo lo que contienen, A todo eso le das vida. y el ejército del cielo se postra ente ti.
Daniel 2:20
Daniel tomó la palabra y exclamó: «Bendito sea el nombre de Dios, desde siempre y para siempre, porque a él pertenecen la sabiduría y la fuerza.
Salmo 99:5
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios, adórenlo ante el estrado de sus pies. ¡Santo es el Señor!
Apocalipsis 4:8-11
Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá». Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo: «Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad».
Salmo 22:3
Y sin embargo, tú eres el Santo, que reinas entre las alabanzas de Israel.
1 Samuel 2:2
No hay Santo como el Señor, porque no hay nadie fuera de ti, y no hay Roca como nuestro Dios.
Santiago 5:13
Si alguien está afligido, que ore. Si está alegre, que cante salmos.
Salmo 132:7
¡Levántate, Señor, entra en el lugar de tu Reposo, tú y tu Arca poderosa!
Mateo 2:11
y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.
Salmo 86:9-10
Porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace maravillas. Indícame tu camino, Señor, para que yo viva según tu verdad; orienta totalmente mi corazón al temor de tu Nombre.
2 Samuel 7:22
Por eso tú eres grande Señor, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, por todo lo que hemos escuchado con nuestros propios oídos.
Éxodo 23:25
Ustedes servirán al Señor, su Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ti las enfermedades.
Salmo 8:1
¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! Quiero adorar tu majestad sobre el cielo.
1 Timoteo 1:17
¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos! Amén.
1 Pedro 2:5
Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que desencadenó el diluvio sobre una tierra poblada de impíos, preservando sólo a ocho personas, entre ellas a Noé, el heraldo de la justicia.
Salmo 68:19
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación! El carga con nosotros día tras día.
1 Pedro 2:9
Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz.
Salmo 84:10
Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte; yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios antes que vivir entre malvados.
Romanos 10:13
Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
Salmo 75:1
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias; los que invocan tu Nombre narran tus maravillas.
Jeremías 29:12
Entonces, cuando ustedes me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé.
Salmo 100:1-5
Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos. Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Entren por sus puertas dando gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza, alaben al Señor y bendigan su Nombre. ¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones.
Salmo 119:7
Quiero cumplir fielmente tus preceptos: no me abandones del todo.
Job 1:20-21
Entonces Job se levantó y rasgó su manto; se rapó la cabeza, se postró con el rostro en tierra y exclamó: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Señor!».
Salmo 40:3
Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, temerán y confiarán en el Señor.
Génesis 24:52
Cuando el servidor de Abraham oyó estas palabras, se postró en tierra delante del Señor.
Salmo 105:1
Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas.
Lucas 10:38-42
Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que muy estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude». Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada».
Salmo 150:1-6
¡Aleluya! Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso firmamento; alábenlo por su inmensa grandeza. Alábenlo con toques de trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara; alábenlo con tambores y danzas, alábenlo con laudes y flautas. Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con platillos vibrantes, ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! ¡Aleluya!
Salmo 103:1
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre.
Isaías 25:1
Señor, tú eres mi Dios, yo te exalto, doy gracias a tu Nombre. Porque tú has realizado designios admirables, firmemente establecidos desde tiempos antiguos.
Salmo 149:1
Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles.
Salmo 119:108
Acepta, Señor, las ofrendas de mis labios, y enséñame tus decisiones.
Lucas 2:14
¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él».
1 Corintios 10:31
En resumen, sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
Salmo 96:8
Adoren al Señor al manifestarse su santidad: ¡que toda la tierra tiemble ante él!
Versículos de Adoración a Dios
Salmo 7:17
Daré gracias al Señor por su justicia y cantaré al nombre del Señor Altísimo.
Daniel 4:37
Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.
Éxodo 34:9
«Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia».
Salmo 138:2
Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma.
2 Crónicas 7:3
Todos los israelitas, al ver que bajaba el fuego y que la gloria del Señor se posaba sobre la Casa, se postraron con el rostro en tierra sobre el pavimento, mientras adoraban y celebraban al Señor, «porque es bueno, porque es eterno su amor».
Lucas 2:20
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Salmo 27:4
Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña en el momento del peligro; me ocultará al amparo de su Carpa y me afirmará sobre una roca.
1 Timoteo 2:8-10
Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones. Que las mujeres, por su parte, se arreglen decentemente, con recato y modestia, sin usar peinados rebuscados, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como conviene a personas que practican la piedad.
Deuteronomio 10:21
El es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo.
Salmo 108:5
¡Levántate, Dios, por encima del cielo, y que tu gloria cubra toda la tierra!
Mateo 2:1-2
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo».
Salmo 9:2
Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar himnos a tu Nombre, Altísimo.
Hebreos 10:25
No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el día.
Mateo 18:20
Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos».
Romanos 11:36
Porque todo viene de él, ha sido por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.
Salmo 71:8
Mi boca proclama tu alabanza y anuncia tu gloria todo el día.
Hechos 2:21
Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
1 Crónicas 16:9
Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas!
Salmo 24:3-6
El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente: él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. ¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria!
Efesios 5:19
Cuando se reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón.
Salmo 34:1
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios.
Hebreos 12:28-29
Así, habiendo recibido la posesión de un Reino inconmovible, aferrémonos a esta gracia, y con piedad y temor, tributemos a Dios un culto que le sea agradable, porque nuestro Dios es un fuego devorador.
Isaías 56:7
Yo los conduciré hasta mi santa Montaña y los colmaré de alegría en mi Casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar, porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.
Salmo 66:4
Vengan a ver las obras de Dios, las cosas admirables que hizo por los hombres.
Hechos 16:25
Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas de Dios, mientras los otros prisioneros los escuchaban.
Deuteronomio 11:16
Pero tengan cuidado, no sea que sus corazones se dejen seducir, y ustedes se extravíen, sirviendo a otros dioses y postrándose delante de ellos.
Salmo 77:13
Evoco todas sus acciones, medito en todas sus hazañas.
Mateo 21:9
La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: «¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!
2 Reyes 17:38-39
No olvidarán la alianza que hice con ustedes, y no temerán a otros dioses. Sólo temerán al Señor, su Dios, y él los librará de la mano de todos sus enemigos».
Salmo 96:9
Digan entre las naciones: «¡el Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud».
Éxodo 34:14
No te postrarás delante de ningún otro dios, porque el Señor se llama «Celoso»: él es un Dios celoso.
2 Pedro 3:18
Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad!
Jeremías 26:2
Así habla el Señor: Párate en el atrio de la Casa del Señor y di a toda la gente de las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa del Señor todas las palabras que yo te mandé decirles, sin omitir ni una sola.
Deuteronomio 29:18
Porque si alguien, al oír los términos de esa imprecación, se congratula diciendo: «Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed»,
Salmo 16:2
Yo digo al Señor: «Señor, tú eres mi bien, no hay nada superior a ti».
Mateo 4:10
Jesús le respondió: «Retírate, Satanás, porque está escrito: “Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”».
Filipenses 2:9-10
Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos.
Salmo 59:16
Pero yo cantaré tu poder, y celebraré tu amor de madrugada, porque tú has sido mi fortaleza y mi refugio en el peligro.
Éxodo 20:2-6
Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar en esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
2 Crónicas 5:14
De manera que los sacerdotes no pudieron continuar sus servicios a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la Casa de Dios.
Salmo 149:3-4
Celebran su Nombre con danzas, cántenle con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes.
¿Qué te han parecido estos Versículos de Adoración que aparecen en la biblia? Las bendiciones de Dios son la muestra perfecta de su amor y fidelidad, debemos demostrar la nuestra hacia él. Por eso le adoramos, cantamos y pedimos en oración y canto. La adoración es el acercamiento directo a Dios. ¿Tienes algún otro versículo bíblico de Adoración para aportar a la comunidad? Deja tu mensaje en los comentarios.